Entre 2005 y 2006, desarrollamos una promoción de 10 viviendas pareadas en la Carretera de Sentmenat, núms. 123–141, en Castellar del Vallès. Esta intervención representa de forma ejemplar nuestra forma de entender la arquitectura residencial: solidez técnica, materiales nobles, espacios funcionales y una integración respetuosa con el entorno urbano.

▸ Arquitectura estructurada, sólida y atemporal

Las viviendas se construyeron sobre una base de hormigón armado reticular, una solución técnica que garantiza estabilidad, permite distribuciones versátiles y asegura una gran durabilidad. Las fachadas combinan obra vista natural y piedra arenisca Floresta, logrando un equilibrio visual entre lo clásico y lo contemporáneo, en armonía con la identidad arquitectónica de Castellar.

▸ Materialidad y confort

Cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para garantizar una experiencia de vida cálida y confortable:

• Madera natural en suelos y carpinterías interiores, aportando textura y calidez

• Ventanas de aluminio Climalit con rotura de puente térmico, que maximizan el aislamiento térmico y acústico

• Teja cerámica tradicional reinterpretada desde una estética actual para cubiertas limpias y duraderas

El resultado es un conjunto que transmite serenidad, calidad y atemporalidad.

▸ Diseño pensado para habitar

Las viviendas, con superficies útiles de entre 185 y 215 m² (sin contar garaje), se distribuyen en varias plantas, con espacios optimizados que diferencian claramente las zonas de día y de noche. Cada unidad dispone de:

• Jardín exterior privado, ideal como espacio de ocio al aire libre

• Terraza orientada al sur, que baña de luz los espacios principales

• Parking subterráneo comunitario, que mantiene las calles despejadas y refuerza el carácter residencial del conjunto

Esta promoción reafirma nuestra apuesta por una vivienda de nueva planta que prioriza la habitabilidad, la sostenibilidad y la belleza arquitectónica duradera. Carretera de Sentmenat 123–141 se integra como un nuevo referente de cómo tradición y modernidad pueden convivir con naturalidad, reforzando el tejido urbano de Castellar del Vallès con calidad, coherencia y visión a largo plazo.